La tecnología está cambiando radicalmente las formas de aprendizaje e interacción de los ciudadanos en diversas áreas, desde las sociales, negocios, entretenimiento y hasta financieras, pero en el campo educativo, aún cuando es clave para muchas cosas, no ha sido sustituido, hasta ahora, la importancia de la presencia en el aula.

En Austín, Texas, el nuevo centro tecnológico de Estados Unidos, a donde se están mudando los millonarios del sector, un grupo de profesionales creó un sistema de aprendizaje mediante Inteligencia Artificial que sólo necesita de dos horas de tiempo de los alumnos para enseñarles todo lo que, hasta ahora, se hace en muchas más horas.

Se trata de Alpha School, una costosa escuela privada anclada en IA para enseñar, que fue creada para atender a los hijos de los millonarios que están llegando allí y que pueden estar formando parte de una nueva innovación: la educación a través de la inteligencia artificial.

Los promotores de Alpha School creen fielmente que un enfoque hacia la IA ayuda a adaptar la educación a las habilidades e intereses de los estudiantes y que este será el próximo campo a atender con innovación y tecnología.

En contraste, algunos especialistas consideran que el modelo de “aprendizaje en dos horas” de Alpha School es solo un ejemplos más de los recientes de una larga lista de modas informáticas que ponen a los niños frente a una pantalla y que no solo les niegan la oportunidad de desarrollar habilidades sociales cruciales, sino que suprimen su capacidad de aplicar pensamiento crítico.

“Los estudiantes y nuestro país necesitan relacionarse con otros seres humanos”, dijo Randi Weingarten, presidenta del sindicato de docentes conocido como Federación Americana de Maestros. “Cuando tienes una escuela que se basa estrictamente en la IA, se viola ese precepto fundamental del quehacer humano y de la educación”.

En la sede principal de Alpha, los alumnos le dedican en total solo dos horas diarias a materias como lectura y matemáticas, para cuyo estudio utilizan software basado en IA. El resto del tiempo, la IA y un “guía” adulto (no un profesor) ayudan a los alumnos a desarrollar habilidades prácticas en áreas como el emprendimiento, oratoria y la educación financiera.

La escuela fue fundada por Legacy of Education en 2014, arrancando con sólo 16 alumnos y hoy día cuenta con una matricula de 200 alumnos desde preescolar hasta octavo grado, además de 50 estudiantes de preparatoria, en dos campus en el centro de Austin. La matrícula cuesta 40 mil dólares al año en las escuelas de Austin y los guías ganan salarios de seis cifras, según Price.

Los responsables y los guías de Alpha afirman que los diversos programas de IA que utilizan adaptan la enseñanza al nivel de cada niño, en lugar de proporcionar enseñanza para el alumno promedio. Esto libera a los profesores para que puedan atender las necesidades emocionales de los alumnos.

No es una “escuela de pantallas”, pues los alumnos de Alpha pasan la mayor parte de la jornada escolar en talleres en los que colaboran con otros alumnos.

Y el éxito ha sido tal que el concepto comienza su expansión en un momento en que varias empresas, tanto de tecnología como de otros sectores, aceleran sus inversiones en IA.

Por ejemplo, las escuelas públicas del condado de Miami-Dade, el tercer distrito escolar más grande del país, capacitaron a más de mil educadores en el uso de nuevas herramientas de IA y comenzaron a utilizar Chatbots de Google para más de 105 mil estudiantes de preparatoria, lo que supone la mayor implantación de este tipo de tecnología en un distrito escolar de Estados Unidos hasta la fecha.

Alpha, por su parte, abrirá más de diez escuelas nuevas este otoño y varias de ellas alquilarán espacios de otras escuelas privadas y comenzarán con unos 25 alumnos durante el primer año.

Alpha también está tratando de establecer una red de escuelas públicas autónomas llamada Unbound Academy. Este otoño, el estado de Arizona abrirá una escuela autónoma virtual de IA en colaboración con Alpha, lo que la convertirá en el primer punto de ingreso de Alpha en el sistema de educación pública.

Por el precio de Alpha y el atractivo del sector tecnológico, su alumnado quizá todavía tiende a pertenecer a las clases más acomodadas, pero sus fundadores señalan que pueden medir su éxito. Los responsables de la escuela afirman que sus alumnos tienen un alto índice de aprovechamiento, aunque es difícil comparar las escuelas públicas y privadas, en parte porque los mejores resultados de la educación privada por lo regular se deben a que asisten alumnos de familias más ricas y con un alto nivel educativo.

La motivación es el 90 por ciento de lo que crea una gran experiencia de aprendizaje y si un niño no está motivado, no vas a llegar a ninguna parte.

Con información de The New York Times

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