Para nadie es un secreto que acceder a dólares en Venezuela a través de la banca es complejo, pues a pesar de que semanalmente el BCV inyecta una cantidad de divisas, éstas se quedan muy por debajo de los requerimientos económicos del país, lo que obliga a muchas empresas a buscar otros mecanismos, entre ellos hoy día USDT o criptomonedas.
Pero no todas tienen eso muy claro, muchas otras no se atreven por temor a estafas y los montos requeridos pueden ser altos, otras tantas por temas de sobrecumplimiento de sus matrices no lo tienen en el mapa, sobre todo las transnacionales y, a ello se suma que, en el país, sólo dos empresas tienen autorización de la intervenida Sunacrip para ello: Crixto y Kontigo, con ciertas limitaciones.
En el caso del sector de las telecomunicaciones es más complicado, pues aún cuando éste requiere, tomando en cuenta las inversiones de 2024 que fueron de más de 600 millones de dólares, unos $13 millones a la semana, en promedio, las empresas no adquieren las divisas por partes como puede pasar en otros sectores.
En telcos, se hacen los proyectos y se contratan los equipos, pagando de contado o un porcentaje importante para asegurar la producción y el envío en tiempo. Es por ello que sus necesidades son diferentes y no pueden formar parte del círculo de divisas que semanalmente libera el BCV.
Hoy, las empresas que hacen vida en el sector muestran preocupación, pues sus inversiones comienzan a desacelerarse en un entorno de alta demanda de consumo, lo que podría traer cuellos de botella en servicios en el mediano plazo si no se ubica un mecanismo de acceso para algunos sectores que, en vez de pedir o lograr un par de millones a la semana con la banca, requieren de muchos millones en una sola jugada, hoy poco probable bajo el esquema de entrega de dólares semanales.
En el país, las empresas están llenando de bolívares a la banca, imposibilitadas de convertir esos fondos en moneda dura para reinvertir en sus operaciones, medidas que pueden seguir presionando el tipo de cambio y, por el otro lado, generando pérdidas a las empresas que terminan afectando los proyectos de inversión en el desarrollo de las telecom en el país, por decir un sector de los varios que están siendo impactados hoy día. Chevron podría ser un alivio, pero el mapa no está muy claro todavía.





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