A pesar de los esfuerzos de las operadoras de servicios de Internet fijo en el mundo para incrementar las posibilidades de conexión de los usuarios, tanto en penetración como en velocidades, la diferencia que existe entre las economías más avanzadas y las emergentes sigue siendo una limitante importante que, mientras permite avances como la conducción autónoma, fabrica 4.0, entre otras, en algunos países, en otros apenas la gente se puede conectar.
Los últimos datos de SpeedTest, una compañía que se encarga de hacer mediciones de Internet en el mundo, revelan que la conectividad de Internet fijo promedio entre 155 de los 195 países que existen en el mundo, alcanzó en los últimos tres meses de 2025 un poco más de 101 megas de descarga de datos, con una diferencia entre el país más conectado, Singapur, con 368 megas de velocidad y el menos conectado, Syria con 3,20 megas, de cerca de 11.500% en velocidad de conexión.
En el caso de la conexión móvil, la diferencia, aunque sigue siendo exagerada, es mucho menor. Según los datos de SpeedTest, el promedio mundial está en 92,31 megas de descarga de datos, pero la brecha entre el más conectado, Qatar con 521 Megas y el menos conectado, Bolivia con 13 megas, es de cerca de 4000%.
Al comparar los promedios y las brechas, es clave determinar el porqué una economía tiene todo el potencial para desplegar futuro entre sus habitantes y otras no. En América Latina se vienen haciendo esfuerzos, pero existen una serie de políticas regulatorias, así como problemas en las tasas cambiarias, que limitan de forma importante un mayor crecimiento. Y es que mientras se sigan politizando las telecomunicaciones en la región, los cambios estructurales que se requieren no se van a poder ejecutar.
Lo más lamentable, es que esas políticas limitan el crecimiento. Un informe del BID fechado en 2023 destaca cómo sólo el incremento de la conectividad móvil de un 10% puede impulsar el PIB de un país en más de 1,6 puntos, mientras que un incremento en la conexión de banda ancha fija lo puede llevar a un impulso de entre 3.19 y, además, un 2.69 la productividad.
En los últimos años, si bien es cierto que la conectividad ha mejorado, también es cierto que la diferencia, incluso, entre algunos países de una misma región, es preocupante.
En el caso de América Latina, el país más conectado en banda ancha fija es Chile, con una velocidad de 290 Megas de descarga de datos, mientras que el menos conectado de la región es Cuba, con 3.35 megas. La diferencia entre uno y otro es de cerca de 8500%. Si la medición es para Internet de banda ancha móvil el más conectado es Brasil con 215 de velocidad de datos de descarga, mientras que el menos conectado es Bolivia con 13 megas. La diferencia es de poco más de 1500%





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