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Para nadie es un secreto que Venezuela se convirtió en una de las economías más vulnerables en la región a Ciberataques, producto de la desinversión o disminución del gasto, tanto empresarial como del Estado, en temas de seguridad digital.

La crisis de los últimos 10 años trajo como consecuencia la focalización de las empresas en áreas de sobrevivencia, dejando la protección de activos de información, datos internos, externos y de clientes, entre otros, en un segundo plano, pues aún cuando tenían y tienen sistemas para proteger sus entornos, procesos, éstos se están quedando obsoletos, atrasados y débiles ante las nuevas amenazas y, por eso los ataques y pruebas de ataques se enfocaron en el país, tanto así que en el primer trimestre del año, de unos 700 mil ataques al país, 70% lo recibieron las empresas de Seguros.

A ello se unió desde hace un tiempo el desconocimiento ciudadano sobre estrategias de fraudes conectadas con tres áreas sensibles: llamadas telefónicas, mensajería de texto y, por supuesto, correos personalizados, sin dejar atrás el más reciente, el Phishing bancario, la creación de páginas web espejos de los bancos para robar identidades y vaciar las cuentas bancarias a clientes que no tienen o administran esquemas de protección más allá de la clave inicial de acceso a su banco de preferencia.

Desde la Cámara Venezolana de Comercio Electrónico, Cavecom-e, muestran una preocupación mayor, pues además de los ataques arriba descritos, se han detectado unos cuantos más, que están impactando en las estructuras de los negocios, comercios y, por supuesto, en la economía familiar.

Uno de ellos es la simulación de bloqueo bancario (Vishing), donde los delincuentes contactan al cliente y le hacen creer que su cuenta fue bloqueada, obteniendo el acceso a ésta y procediendo a vaciarla. Asimismo está proliferando el envío de comprobantes de pago falsos, que no es otra cosa que el envío de Print de pantalla para simular la compra de un producto sin que el dinero esté en la cuenta del comercio.

Y para rematar, los robos de cuentas de WhatsApp, otra vez, pero ahora los delincuentes no llaman por teléfono, sino que se inscriben en grupos, incluso pagan accesos a cursos, entre otros, logrando captar usuarios para luego enviarles premios y propuestas de mejoramiento o mayores niveles de acceso a contenido especial, entre otro, pidiéndoles sólo enviar el código que les llegará y, con eso, también se apoderan de sus cuentas para vender dólares u otras cosas a su red de conocidos.

Y, lo peor, es que todos los días decenas de personas terminan estafadas, incluso caen las que son tentadas en Redes Sociales, especialmente en Instagram, con enlaces para obtener préstamos bancarios increíbles u otras cosas, con publicidad pagada por los ciberdelincuentes en estas plataformas.

Para contribuir con alertar a la población, el equipo de Cavecom-e, publicó un Comunicado donde invita a todos a estar muy alertas con estas formas de fraude y estafa en el país y, entre otras cosas,

• NUNCA compartir claves ni códigos de seguridad por teléfono, WhatsApp, mensajes de correo, aunque parezcan oficiales
• No abrir enlaces ni descargar archivos de correos o mensajes sospechosos
• No atender llamadas inesperadas del Banco. Recomendación: Colgar y llamar al banco de vuelta al número del banco, no al que te hizo la llamada
• ACTIVAR el doble factor de autenticación (2FA) en todos los servicios
• Desconfiar de ofertas bancarias que aparecen como publicidad pagada y verificar siempre los canales oficiales
• Cambiar las claves con frecuencia y no usar la misma para todo.

En el caso de los bancos, Cavecom-e les recomienda:

• Fortalecer los equipos de monitoreo antifraude en redes sociales
• Reportar de inmediato cualquier cuenta falsa suplantando identidad
• Aumentar campañas educativas y de concientización social a clientes
• Ejecutar simulacros internos de Spear Phishing y campañas de concientización al personal bancario.

La prevención es la mejor herramienta para evitar caer en las estafas, que vienen creciendo de forma acelerada en el país.