Para nadie es un secreto que la generación que conoció Internet y la hizo propia, los Millennials, se convirtió en una de las más vulnerables a los engaños en línea, bien por exceso de confianza o, tal vez, por escasez de información en cuanto a los peligros que rodean la red.
Un reciente estudio de Kaspersky destaca la primera, que el exceso de confianza los hizo vulnerables a fraudes, engaños emocionales y robo de identidad.
El estudio, titulado Reality Check, destaca que el 60 % de los encuestados confesó haber sido víctima de algún tipo de engaño digital, como perfiles falsos, catfishing (engaños amorosos en los que alguien se hace pasar por otra persona) o fraudes financieros.
Pero eso no es todo. El informe también revela que el 71 % de los millennials se considera el “capitán de TI” de su hogar, es decir, el referente tecnológico para familiares y amigos. No obstante, eso no se traduce en hábitos digitales seguros. Y es que siete de cada 10 reconocen que no siempre verifican la autenticidad de las personas con las que interactúan en línea.
El estudio también descubrió la dependencia emocional de la validación digital. Así, cerca del 45 % de los Millennials comparte eventos importantes de su vida, como rupturas, mudanzas o ascensos, en redes sociales antes de contárselos a sus seres queridos.
Y es que a pesar de las alertas y de que un 68 % manifestó que ahora estaba más pendiente de lo que comparte en las redes digitales, 44 % dijo que sigue confiando ciegamente en la información compartida dentro de sus comunidades online. La sobreconfianza y baja verificación genera un entorno único para la manipulación, la desinformación y los fraudes cada vez más sofisticados.





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