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La implementación apenas comienza. Desde el año pasado, fecha en la que inició el cambio de las antiguas tarjetas Maestro por las nuevas Mastercard Débito, que permiten, entre otras cosas, hacer compras por Internet fungiendo como tarjeta de crédito y, por supuesto, dependiendo el Banco y los fondos en dólares, comprar en el extranjero tanto física como en línea, unos dos millones de clientes bancarios han cambiado sus plásticos por las nuevas tarjetas sin contacto

Así, de los 29 bancos que hacen vida en el país, a la fecha, sólo siete han implementado las transformaciones tecnológicas necesarias para hacer el cambio, ellos son Bancamiga, el primero en hacerlo, seguida del Banco Nacional de Crédito, Banplus, Banco de Venezuela, Mercantil y recientemente Bancaribe, el único que introdujo con la tarjeta la posibilidad de que las personas con discapacidad visual puedan saber, con recorrer el plástico en sus cuatro lados, por cual introducir la tarjeta para retiros en cajero o pagos en tiendas que no dispongan de puntos de venta con tecnología NFC, sin contacto.

En total, son unos 45 millones de plásticos que se deben cambiar en un periodo de cinco años, pero la filial local de Mastercard trabaja de forma permanente con la banca para impulsar el cambio, tanto en los que ya tienen la disponibilidad como en los que están trabajando. Y es que el proceso de transformación comenzó realmente en el año 2022, mediante la implementación de los procesos adecuados para la transformación de los bancos, pero no fue sino hasta 2023 cuando se hizo el lanzamiento oficial de la tecnología en el país y, finalmente, el año pasado que comenzaron los bancos a introducir el concepto en los clientes y el mercado en general.

El uso de tarjetas sin contacto tiene años en otros mercados, pero en Venezuela, producto de la situación y la disminución de la banca, los procesos tardaron un poco más y, es por eso, que ahora tanto Mastercard como el propio sistema bancario buscan acelerar los procesos, sobre todo por los temas de seguridad que implica la disponibilidad de la nueva tecnología NFC.

Pero para lograrlos, además de los millones de tarjetas que deben cambiarse, también tienen que trabajar en el cambio de los puntos de venta, estimados en unos 900 mil en todo el país, la mayoría con tecnología antigua, por lo que el camino no es tan sencillo.

Aún asi, los involucrados quieren que sea antes. Por ello, para final de año, según datos extraoficiales, estiman cerrar con unos 5 millones de Tarjetas en manos de los siete bancos que tienen ya disponible esa opción. Y, aunque aún faltan 22 de los 29 bancos que hacen vida en el sistema para la migración, poco a poco se sumarán.