Se dice fácil, pero el proyecto de actualizacíon tecnológica de Movistar en Venezuela ya se consumió cerca de $140 millones en los últimos dos años y, ahora, la empresa se prepara para desembolsar unos 400 millones de dólares hasta 2026 para sustituir la obsolescencia de la red y así estar preparada para los retos que vienen, sobre todo en 5G.
En un encuentro con la prensa para celebrar el día del periodista, parte del equipo ejecutivo de la empresa, incluyendo a José Luis Rodriguez Zarcos, su presidente en el país, Movistar lanzó algunas noticias sobre los proyectos que vienen ejecutando y, entre otras novedades, la empresa adelantó parte de su proyecto para brindar los servicios de voz sobre tecnología LTE, que estiman tener en pruebas hacia finales de año y lanzarlo en ciudades claves en donde la demanda de mejoras en comunicación por voz es una prioridad, para luego dar paso a un proyecto más amplio, que podría llevarse unos cinco años para, tal vez, tener VoLTE  en todo el país.
“Los caballos que quieren correr mucho pueden terminar con las patas partidas” soltó Zarcos en una clara referencia a lo que implica el cambio del core de voz para tener disponible la tecnología en un país en el que, según datos de Rodolfo Campa, VP de Mercadeo, solo un 20% de los terminales hoy día tienen capacidad para usar voz sobre LTE.
En esa misma línea, Esther Riera, VP de Redes de la empresa, adelantó las pruebas 5G que comenzarán a realizar hacia finales de año en unas siete regiones del país, con la intención de prepararse para cuando el regulador lance la licitación de la tecnología.
En el ínterin, Movistar ha realizado unas mil 300 acciones para adecuar sus infraestructuras en ese sentido y, de los pedidos actuales a proveedores, la mayoría vienen combinados con todas las tecnologías, incluyendo 2G, que ya debería estar apagada, pero que en el caso de Movistar, aún tienen que atender unos 90 mil clientes que no han migrado.
En los últimos años, la empresa ha procurado adecuar y mejorar parte de sus sistemas, pero está consciente de que requieren, literal, cambiar gran parte de la plataforma, ya obsoleta, para dar paso a nuevos servicios.
Y en eso están, pero hay una limitación importante que Zarcos expuso: No hay forma de acelerar la importación de los equipos que se requieren, porque los proveedores, luego de los pedidos, es que comienzan a fabricar y ese proceso dura meses, por lo que ni porque la empresa disponga de miles de millones puede hacer que todo esté perfecto en poco tiempo. “Quisiera yo” puntualizó, pero es claramente consiente que, en este momento, el dinero es importante y la empresa lo está facturando, pero no puede hacer magia con las inversiones.
Y es que Movistar superó en 2023 los $500 millones en facturación, un incremento importante con respecto a 2022, cuando la empresa superó los 400 millones en ingresos y, aunque es un tercio de su máxima facturación en el país, en este momento ese dinero es en dolares reales, no como cuando ocurrió aquella gran noticia, que no llegó a ser valiosa para la empresa, pues nunca pudo repatriar esos fondos y ahora eso es posible.
Y es que en un entorno tan complejo como es Venezuela, donde la vandalización de radiobases es cotidiana,  recuperar cerca de 100 estaciones, solo es posible facturando y, en ese punto, Movistar está haciendo su trabajo, aunque todavía falta para llegar a niveles importantes en ingreso por usuario, pues hoy está en unos $6 por usuario, eso si, el doble de hace poco más de un año.
En el entorno empresarial, la empresa está transformándose y, en esa línea, inició un proceso de alianzas con otros proveedores para incrementar la huella de servicios, especialmente en fibra óptica, con la intención de convertirse en una opción de valor en un mercado que tiene pocos años de haberse ampliado pero en donde se nota una competencia interesante en algunos mercados.

A la fecha, Movistar acumula poco más de dos mil kilómetros de fibra que construyó para oxigenar sus redes y, con ello, está creando alianzas con varios proveedores para brindar servicios en empresas y hogares.
Así la empresa se suma a una nueva ola de acuerdos entre empresas que no se había visto antes en el país y que, quizás, la inició Simple TV al usar la red de Ínter para brindar su propio servicio de Fibra. Esa apuesta pudiera ser clave en el negocio de todos en los próximos tiempos en un país que apenas tiene dos millones de hogares con Internet fijo, un 23% del total que hay en el país.
Movistar, como las demás, tiene por delante un gran reto, que viene de la crisis que vivió el sector desde 2015 y que trajo como consecuencia la falta de inversión y mantenimiento en redes que requiere de ello para mantenerse. El mismo camino le toca a todas las demás, para que en unos años los venezolanos puedan nuevamente vivir con unos servicios de calidad. Por ahora,  sólo queda que ellos avancen y que los clientes aprendan a sobrellevar las crisis que aún faltan por resolver

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